Es sólo la noche y su canción de cuna,
El silencio…
El eco imperdible de lo ciertamente desconocido
Y tu recuerdo.
Vos, yo… nada
La nada te trae a mi
Y yo no estoy en vos.
Entonces me pregunto…
¿Te dirá el viento lo que siento?
¿Te contarán los amaneceres mis secretos?
¿dónde estas?
Sin vos me pierdo.
07/Junio/2011
09:49 pm
martes, 7 de junio de 2011
lunes, 6 de junio de 2011
Palabras...
Esta es una de esas noches en las que el café se vuelve un excelente compañero. Aún quedan vestigios de la lluvia que ha acariciado la ciudad durante toda la noche y quizás un cigarro serviría para esparcir todas las dudas que atraviesan por mi mente.
Iniciamos el sexto mes del año 11. Muchas historias se han escrito ya, otras continúan escribiéndose y muchísimas otras más empezarán a escribirse en cierto punto, a su debido momento. Ahora pregunto por la mía, qué pasa con mi historia? Ya se habrá escrito? Se estará escribiendo en estos momentos? O empezará a escribirse pronto? Sólo sé que hay momentos en los que me encantaría cerrar el libro, a pesar de no haber leído ni siquiera su prólogo.
Conservo en mi mente tantos recuerdos, tantas imágenes de momentos que, de una forma u otra, alimentaron mi pasión; sin embargo, ahora las palabras se pasean inevitablemente por las calles de mi sentir, sin tener mayor reacción que las ganas de salir y a la vez quedarse ahí, ahogadas, con la plena intención de romper las barreras, con la plena intención de volverse más que palabras, esencia!
Me encantaría regresar, no sé a dónde, no sé a qué… sólo se que este es un día de esos donde la luz del sol no es suficiente para acomodar las canciones en sus respectivos espacios. Estoy aburrida, y me pronuncio. Me pronuncio contra el sentir inquieto de una burda compañía, me pronuncio contra el inútil pensamiento de pensar en lo que no tiene remedio. Me pronuncio en contra de mis propios recuerdos y más, contra vos… sí, contra vos, porque no dejo de imaginarte mientras un café nos espera a la vuelta de esta melancolía.
Iniciamos el sexto mes del año 11. Muchas historias se han escrito ya, otras continúan escribiéndose y muchísimas otras más empezarán a escribirse en cierto punto, a su debido momento. Ahora pregunto por la mía, qué pasa con mi historia? Ya se habrá escrito? Se estará escribiendo en estos momentos? O empezará a escribirse pronto? Sólo sé que hay momentos en los que me encantaría cerrar el libro, a pesar de no haber leído ni siquiera su prólogo.
Conservo en mi mente tantos recuerdos, tantas imágenes de momentos que, de una forma u otra, alimentaron mi pasión; sin embargo, ahora las palabras se pasean inevitablemente por las calles de mi sentir, sin tener mayor reacción que las ganas de salir y a la vez quedarse ahí, ahogadas, con la plena intención de romper las barreras, con la plena intención de volverse más que palabras, esencia!
Me encantaría regresar, no sé a dónde, no sé a qué… sólo se que este es un día de esos donde la luz del sol no es suficiente para acomodar las canciones en sus respectivos espacios. Estoy aburrida, y me pronuncio. Me pronuncio contra el sentir inquieto de una burda compañía, me pronuncio contra el inútil pensamiento de pensar en lo que no tiene remedio. Me pronuncio en contra de mis propios recuerdos y más, contra vos… sí, contra vos, porque no dejo de imaginarte mientras un café nos espera a la vuelta de esta melancolía.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)