Belleza Perversa

(David Cruz)

Que odisea fuera
tener la frialdad de quebrantar tu mirada
y atrapar la sátira de tu malicia
en el blasfemo rincón en que protesta
el mísero escritor
que con vana tinta recrea la hiel de tu figura

Presagio Opuesto...

(David Cruz)

Quisiera regalarte una rosa
Que con su color derrame alegría
Con su aroma consuma caricias
Y en su belleza gane tu dulce corazón
en cada amanecer de tu mirada
Que ocupada de tu sensual belleza
Calman turbio viento
Alojado entre unas flores
Atadas al misterio y recuerdo
Como verso olvidado en tu vago pensamiento

¿Y si tú no vuelves?

Suena tu voz al borde de mi silencio
En el confín de la eternidad
Y precipicio del cielo

Entonces ya no existo
Porque me resumo en los pasos de tu recuerdo
Que termina en mi locura

¿Dónde estás?
Si este lugar tan oscuro tiene un final
Quiero conocerlo de tu mano
Para no sentir más que tu abrazo…

Espero que vuelvas
Dibujada en una nube,
Sentada en un soplo de lejana soledad
O tal vez en mi propio silencio
Desde donde siempre te he amado

Quiero que tu aroma sea la luz de este caminar
Y que en mi noche solitaria
No haya mejor compañía
Que la tinta de las huellas extraviadas
Al atardecer bajo los besos nunca dados

Vuelve para que la poesía tenga sentido
Para que la soledad se pinte del color
De tus ojos
Y entonces la muerte sea tan dulce
Como tu regreso

...Eres tú

Sólo dame una noche bajo tu cielo
para sentir el silencio de tu magia
y encontrar la puerta que me lleve
a despertar en ti...

Aquí está mi tiempo
bajo el respirar de una estrella
mientras el mar, la tempestad
se duerme en el olvido de mi conciencia

¿Acaso eres tú?
¿Eres tú quien ahora vive en el lugar
donde alguna vez habitó mi alma?

Después de ti no existe el miedo
y en tus ojos florecen mis más extintos sueños...

¿Acaso eres tú?
¿Eres tú quien dibuja mi futuro
en la temeridad de sus pasos?

¡Si tan sólo fueras un instante de verdad
en la inconsciencia de mi sonrisa!
Pero eres más que eso...

Eres
una poesía materializada
un verso azul que tocó a mi puerta
en la noche de mi sobriedad agonizante,
un paseo insensato en el camino etéreo
hacia mis sueños

Estas ahí,
apareciste en mi vida
como rayo húmedo de sol,
como distancia cercana a la proximidad
de mi propia lejanía,
como reflejo furtivo de la luna

¿Acaso eres tú?
¿Eres tú quien con su fuego le brinda calor
a este frío vivir?

Eres
un sueño
una verdad
un suspiro más allá de su forma...
¡Eso eres!