El tic tac del reloj te espera impaciente
hace los días eternos
y me aproxima deliberadamente
a tus labios invisibles
¿Lo ves?
Tu mundo no es tan distinto al mío
Mis manos anidan tus sueños
y buscan tu libertad
No tengo nada que ofrecerte
sin embargo vos me das todo:
La luna constante
El otoño eterno
El roce de tus manos
mientas te llevo a los sueños
Porque mis veredas surcan
el horizonte de tu andar
y a tu sombra no existe el frío
ni la soledad
Cierro los ojos
y se aviva tu sonrisa en mi poesía
encendes el fuego
cuando la luz se ha apagado
Volvemos a esta eternidad
tan tuya, tan mía, tan nuestra
tan sin plurales absurdos
tan incomprensible como estar sin querer
llevándonos lejos… lejos
y a la vez tan cerca, tan cerca
que cierro los ojos y estas aquí
tan aquí como nadie
tan aquí como si amarte fuera fácil
tan cerca como las palabras que esperan
las hagas tuyas
como verbos que se conjugan
en todo pretérito
en todo tiempo
sólo para poder ver tus ojos
En mi mundo vos haces que olvide
las heridas del ayer
y basta sólo una sonrisa
para que el mundo gire a tus pies
Quedate a mi lado
y haremos que el sol salga cuantas veces
sea necesario
para que sonrias
Caminaremos persiguiendo el infinito
y cuando nos hayamos cansado
nos sentaremos a tomar café
y un nuevo verso nacerá en tus labios
No respiramos aire distinto
ni hemos perdido los sueños
vos me darás motivos
yo te regalaré anhelos
Nos columpiaremos en la luna
mientras está en cuarto menguante
saltaremos directo a las risas
si un día, por casualidad, decides quedarte
Dime,
¿Cuántas estrellas hay en tu cielo?
Yo quiero dibujar más
y tatuarlas en tu espalda con besos
¿Cuántos suspiros han nacido en tu
pecho?
Yo quiero que me leas un cuento para
poder dormir
y que al despertar esto no sea un sueño
Tu mundo no es distinto al mío
vos llenas la vida de vida
y yo vivo para construir con vos
un no sé qué, en un no sé dónde
pero que durará tanto
como la palabra más usada
en estos seis mil doscientos y tantos días,
o lo que es igual a conquistar el infinito de
tu mano
o si lo preferís
nos durará tanto como dura la palabra
“Siempre”