2:42 am
Despierto asustada, sudando, mi respiración agitada dice que te extraño. Es la primera vez que tengo esta sensación tan rara. Un miedo desgarrador que se desliza por la cortina. Abrazo mi almohada, la sujeto tan fuertemente que quisiera descoser mis más bellos recuerdos para no sentirme tan sola.
Soñé con vos, quién? No tenías nombre ni voz, pero recuerdo tus hermosos ojos que lloraban. Me hacían demasiadas preguntas y yo no tenía respuestas más que "lo siento"
Veo el reloj, son las 2:42am. Realmente no comprendo por qué. No volveré a leer antes de dormir, no volveré a escuchar ninguna de esas canciones que me recuerdan tanto ese pasado tormentoso que no quiero revivir. Por qué soñar con alguien que no conozco? Por que sentir que te extraño tanto si sé que no eras vos.
Fumar? No es buena idea a esta hora. Abandono mi cama y agarro un cuaderno, vienen a mi mente tantos versos, pero ninguno consigue florecer.
Cierro los ojos, tres minutos han pasado pareciendo una oscuridad. Te imagino, recuerdo ese último día frente a aquel lago, tus ojos tristes, mi respiración agitada. La maleta cuyo zipper encerraba mis argumentos de por qué no debías irte. Tu decisión atada a mis ganas de vivir. Los "te amo" que se ahogaban, las ganas de llorar que no cesaban, la fortaleza involuntaria de quien sonríe sin tener ganas de ver la luna.
Cuando te marchaste todo pareció derrumbarse, no fue mi culpa, tampoco fue tuya... a veces no es bueno dejar que el corazón sea quien decide.
Muchos por qué se anidaron desde ese día, los mismos que aparecían en mi sueño.
"Por qué, Lía? Por qué nunca dijiste nada? Por qué tuviste dudas?"
Yo nunca tuve dudas... Tuve miedo.
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