lunes, 18 de mayo de 2009

... entre el poeta y el angel II

¿Qué quieres, ángel mío?
¿Por qué me invitas a contemplar
La inocencia de las estrellas?
¿Qué pretendes hacerle sentir
A estos restos de mi alma?
¿Por qué compartir conmigo el cielo,
Si tu cielo ya está habitado?
Dime,
¿Para qué callar mi poesía
Si los versos que se desprenden de tu mirada
No caben en un poema?
¿Para qué enmudecer un instante de luz
En tus manos?
Es que no comprendo estas ganas acrecentadas
De querer llegar a tu lado
Y desnudar uno a uno
Los misterios de tu alma.
¿Un suspiro?
Ángel mío,
¿Por qué nos invadió el silencio?
¿Por qué nos ha tocado el recuerdo
De la distancia que se dibuja
Entre mi piel y tu alma?
¡No cierres los ojos!
¡No alces vuelo hacia la tierra de los sueños!
¿No ves que no hay nada más hermoso
Que esta noche en que las lágrimas cristalinas
Bailan alegres frente a ti?
¡Y el firmamento sólo es una versión difusa de tus ojos!
¡Espera!
¡No cierres los ojos!
Quiero ver el cielo contigo,
Aunque no esté a tu lado.

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