Wow! Ni siquiera se por donde empezar. Tengo frente a mi el infinito espacio de la noche y tantas imágenes en mi cabeza. Esperé tanto tiempo por algo tan absurdo como conocer a Sharon den Adel, que después de ese magno evento, no tengo palabras para describir lo verdaderamente mágico de su abrazadora presencia.
El viernes 21 de Noviembre de 2014, a las 10:00pm, se oscurece el pabellón 7 de CIFCO para darle apertura a una noche llena de adrenalina y un remolino de emociones. Suenan los primeros acordes de "Paradise" y de pronto, una voz angelical, dulce hace estallar en gritos a la multitud.
Habremos estado unas cuantas filas lejos del escenario, pero realmente no podía permitirme estar ahí sin poder llegar a la primera fila.
Yo, super emocionada sentía como la adrenalina corría por mis venas, sentía como mi garganta se desgarraba cantando al unísono y mis pies como por inercia saltaban al compás de toda la gente al rededor. Emma frente mi, Nathaly a mi lado derecho, también contagiadas de la energía que embriagaba el lugar.
Una canción más, la gente empujando y el calor insoportable. La ventaja es que en un par de segundos me olvidé de todo y logré llegar a la primera fila. Alzo mis ojos y ella estaba ahí, Sharon, la mujer de la voz armónica que tantas veces acuno mi sueño estaba frente a mi. Linda, hermosa, con su vestido negro y una chaqueta beige, botas negras y unos preciosos ojos color café. Su rostro reflejaba sorpresa, creo que jamás esperó semejante recibimiento. Sus camanances adornaban el escenario y su sonrisa invitaba a unirse a su coro.
Una a una las canciones sonaban, mis brazos buscaban cada uno de sus movimientos con el lente de la cámara. Era como una adicción, era como estar en el paisaje más hermoso del sueño eterno. Y en un momento de silencio irrumpieron los "I love you, Sharon"
Su presencia escénica es innegable. Su interacción con el público fue espectacular a pesar de las diferencias lingüísticas.
Una a una cada canción me elevaba. "Let us burn" "And we run" "Angels" "Covered by Roses" eran sólo el principio del tan soñado momento. Yo, simplemente feliz. Ella haciendo temblar el escenario. Sus "MUCHAS GRACIAS, EL SALVADOR!!!" Enloquecían a los asistentes. Cada palabra que intentaba pronunciar en español hacia que la gente se emocionara más y sobretodo sus "I love you, too" en respuesta a los infinitos cumplidos que recibía.
El momento cumbre de la noche, a nivel personal, fue cuando los acordes de "What have you done" sonaron. Wow! Me quedé helada y gritaba más y más... cerré los ojos y mi herida sangro.
Con cierta desesperación, veo que la batería de la cámara lentamente estaba bajando. No podía ser posible!! Y antes de quedarme sin la posibilidad de congelar su imagen... Saco mi teléfono (Nunca antes agradecí la oportunidad de tener buena resolución en la cámara xD) y entonces seguí, con los brazos y piernas sumamente agotados, pero valía la pena. Cada vez que se acercaba era imposible no querer retratar su bello rostro.
Seguía deleitando los oídos, seguía enloqueciendo a los cientos de rockers de toda Centro América. Cuando de pronto alguien le dio una bandera de El Salvador, la cual ella agarró y andubo jugueteando por todo el escenario. La colgó al pedestal de su micrófono y ahí permaneció hasta el final. Fue tan mágico, tan único.
Lo único que lamento es que, a diferencia de Emma, no pude darle la mano cuando se acercó al público.
A las 12:15 am del día 22 culminó el concierto. Yo super feliz, seguí de fiesta hasta esta madrugada del domingo 23, donde el Vodka, el tabaco, San Vicente y la noche se unieron para continuar hablando de Bunbury...un tema que todavía duele, del cual no se puede hablar sobrio.