Otro sabado parece transcurrir lentamente, como quien agoniza y camina directo al tunel eterno. Debo trabajar y no quiero. Me levanto, el agua helada me espera para avisarme que ya es tarde y debo apresurarme. Salgo a la calle con los audifonos en mis oidos, susurrandome "...Que hay en dos amigos cuando despues de todo parecen perdidos y prefieren a otros?..." y sigo, viajo entre extraños cuyo fin es tan parecido: La esclavitud.
Tengo ya dos horas de estar en el palacio de cristal, pero aqui no hay princesas ni principes. Aqui hay bufones, esclavos, esas marcadas diferencias entre las clases sociales.
Pero en fin, son las 8:30am, abandono mi oficina buscando un elixir, un motivo, un amor... y entonces encuentro en el mismo lugar de siempre el café. Aquel que ya abandone por "salud" el que no tomo por sus excesivas calorias, el que me quita el sueño, el que me recuerda a las promesas no cumplidas, a los "te amo" nunca dichos, a los silencios que gritaban, a la gente que ya no volvera a ver volar sus sueños.
Un dia mas transcurrira este sabado... Mi café se enfria y los "te extraño" me sobran.
Tengo ya dos horas de estar en el palacio de cristal, pero aqui no hay princesas ni principes. Aqui hay bufones, esclavos, esas marcadas diferencias entre las clases sociales.
Pero en fin, son las 8:30am, abandono mi oficina buscando un elixir, un motivo, un amor... y entonces encuentro en el mismo lugar de siempre el café. Aquel que ya abandone por "salud" el que no tomo por sus excesivas calorias, el que me quita el sueño, el que me recuerda a las promesas no cumplidas, a los "te amo" nunca dichos, a los silencios que gritaban, a la gente que ya no volvera a ver volar sus sueños.
Un dia mas transcurrira este sabado... Mi café se enfria y los "te extraño" me sobran.
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